-Si pero ahora empezarás a instruirte en el manejo del arco y lo relacionado con el fuego. Ahora cuando salgas busca a Daimon tengo que hablar con él.
-Vale, por cierto me gustaría que me hicieras un favor, no le digas a Daimon ni a nadie lo del arco y el fuego, sobre el entrenamiento que sea a escondidas, no quiero que nadie me tenga un trato especial por eso aparte de ser la hija de uno de los mejores guardianes de la historia.
-Esta bien, por cierto pasate por el salón donde se celebrará la fiesta y ve a buscar un traje para la fiesta no querrás ir en pantalones.
Salí por la puerta(con la caja de las flechas y el arco sujeto a mi espalda) y empecé a buscar a Daimon. ¿Yo una guardiana del fuego?¿mis padres eran guardianes?¿buena manejando un arco?¿un baile?¿un vestido?¿fuego?miles de preguntas inundaban mi cabeza, a lo lejos vi a Daimon hablando con una chica un poco más baja que el con el pelo rubio llegándole por la cintura, llevaba unos pantalones cortos color verde claro y una camiseta de tirantes verde oscuro, que dejaba ver su moreno de piel, como si hubiera estado tomando mucho tiempo el sol. Desde donde me encontraba no podía oír lo que decían pero por la forma en que se movían sus labios era algo muy rápido y de suma importancia. No tardaron mucho en dejar de hablar, ya que la chica se giró a mirarme como si supiera que la había estado observando todo ese tiempo.
La chica se alejó por uno de los pasillos de la izquierda, ví como Daimon se acercaba hacia mí y llegaba hasta mi altura.
Cuando llegó hasta mí se quedó mirando(lo que yo supuse, el arco con la caja de flechas)-
-Gabriel, te quiere ver en su despacho ahora ,tiene que hablar contigo.-vi como Daimon se alejaba precipitadamente por el pasillo por el que yo había llegado hasta el gran salón.El salón era una gran sala en la que había varios ventanales desde donde se podía ver el jardín y el campo de prácticas; en el techo había varias lámparas de arañas, en el techo había varios frescos con varias imágenes de luchas.La sala estaba pintada de color oro y dorado, le daba un aspecto de luminosidad a la estancia.Tan bien había varias columnas decoradas con acanto talladas y con cortinas doradas.
Me quedé un rato más admirando el gran salón y me fui por uno de los pasillos a ver si encontraba algún vestido para el baile.
Me adentré por el pasillo, en las paredes había varios cuadros en los que en la mayoría eran retratos salvo uno de los cuadros que me llamó mucho la atención, era la lucha entre dos guardianes exactamente entre una chica y un chico, en ellos se podía ver la tensión a través de sus rasgos, la lucha era entre el fuego(chica) y la tierra(chico)ahora que me fijaba el chica era mi madre solo que cuando estaba en el refugio perfeccionando su poder.
Seguí mirando un rato más el cuadro y después me dirigí al cuarto de Daimon ya que no sabía donde se encontraba las respectivas habitaciones de las chicas.
Al cabo de un rato llegué a la habitación de Daimon, estaba sentado en la cama con las manos en la cabeza cabizbajo.
-¿Qué pasa?que hace que estés tan pensativo-cerrando la puerta.
-Dentro de dos días me voy al otro lado a seguir trabajando como guardián,no se si volveré alguna vez al refugio-girando la cabeza
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